Nuestra historia
Lo que nos diferencia es nuestra manera de cultivar la oliva. Se trata de una dedicación que, como en cualquier obra de arte, requiere de tiempo, conocimiento, técnica y, lo más importante.... ¡Pasión!
Cumpliendo un sueño
Luís y Lucía Serrano del Moral, dos hermanos que empezaron sin experiencia, pero llenos de ilusión y pasión.
Nuestro único vínculo con la agricultura era por parte de nuestro padre, que tenía algunos olivos y era un pequeño productor de aceituna.
Empezamos con una fábrica que fuimos arreglando poco a poco con muchísimo esfuerzo, tanto económico como personal.
Tras dos años de restauración pudimos empezar a llamarla almazara, nuestra almazara, y a partir de aquí comenzaría la etapa más difícil, obtener el producto que teníamos en mente, AOVE que fuera organolépticamente perfecto.
Cosechar olivos centenarios, a 1000mts de altura, en una zona rural despoblada, en tierras en las que nadie ya apuesta...¡una cosa de locos!
Cuando empezamos con Malacasta todos creían que estábamos locos, que no íbamos a llegar a ningún sitio arriesgandonos en tierras que nadie quiere trabajar, en condiciones extremas...
A día de hoy somos un ejemplo de resiliencia y dedicación, somos la prueba de que se puede seguir apostando en una zona rural donde la agricultura del olivar tradicional se estaba dando por perdida.
Hoy nos damos cuenta que hemos tenido razón pensando diferente, que defender los olivos que plantaron nuestros abuelos y bisabuelos es todo un acierto de calidad y progreso.
Una ubicación única donde
cosechar un aceite único
La palabra MALACASTA en la zona de la Sierra Sur Jaen y el zona de la Subbética de Córdoba se le llama a los olivos centenarios que hay en las zonas de alta montaña, ubicados a 1000m de altura, con una climatología extrema, donde su acceso es prácticamente imposible y su producción es limitada.
Lo que hace que sus frutos sean muy preciados debido a su escasez, su gran calidad y unas propiedades diferentes al resto y muy exquisitas. Y nuestro AOVE sale de esos olivos.
Estamos orgullosos de nuestro producto, pero de lo que más orgullosos estamos es de que hemos sacado un producto de un olivar tradicional el cual está desapareciendo por culpa de los altos costes de producción que tiene y la poca competitividad que puede tener en el mercado el aceite obtenido de estos olivos de alta montaña en comparación con las fincas de olivar superintensivo que podemos encontrar en muchas zonas y donde el coste de producción del AOVE es mínimo.
Estamos defendiendo los olivares que nuestros abuelos y bisabuelos plantaron, en terrenos que se están abandonando y zonas rurales que se están despoblando, haciendo este tipo de AOVE nos diferenciamos del resto y nos aseguramos tener un producto que nadie puede tener a no ser que tengan estos olivos y por ello hay que seguir defendiendo nuestras raíces, renovándonos y haciendo cosas fuera de normal.
Familia, calidad y pasión
Testimonios y opiniones